El aumento salarial otorgado a decenas de funcionarios de la cámara de senadores en plena pandemia que sufre el Paraguay, representa el abuso y la falta total de temor al pueblo por parte de la clase política que se reparte a placer los recursos del erario público que tanto hace falta a miles de compatriotas.
Óscar “Cachito” Salomón, titular de la cámara alta, destinó un millonario recurso del cuerpo legislativo para aumentar los sueldos de los funcionarios que en la mayoría de los casos son dirigentes políticos de los parlamentarios.
Mientras miles de paraguayos padecen las peores necesidades por falta de medicamentos en los hospitales, falta de fuentes de trabajo en otras carencias.
Ante el rechazo generalizado de la ciudadanía, el diputado Basilio “Bachi” Núñez (Cartista), anunció que presentará un proyecto de ley para dejar sin efectos los aumentos.
Esta práctica es común en el país para satisfacer a los caudillos políticos quienes deben negociar los votos para los políticos en cada elección. Pero el despertar de la ciudadanía viene para imponer una nueva regla sin tolerancia a las irregularidades.
“Se metieron con la generación equivocada” reza el slogan de los jóvenes movilizados que puede marcar un tiempo histórico con miras al futuro del país.
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