Grupo solidario construye vivienda a familia humilde de Acepar

LA FE MUEVE MONTAÑA Y QUERER ES PODER
Servir al pobre es hacerle un préstamo al SEÑOR; Dios pagará esas buenas acciones. (Proverbios 19,17)

31/12/22 – Acepar – Yasy Cañy


Mediante uno de los valores más importantes de la humanidad, hoy una familia cuenta con un hogar más seguro y muy feliz
Una familia de 7ma. Línea Acepar, constituida por la Madre Ña Valentina, y 4 niños (sus hijos), recibirán el 2023 en su nuevo hogar, construido mediante el trabajo solidario y la colaboración, en materiales, donaciones y aportes en efectivo de personas de buena voluntad de la comunidad y otros que se sumaron desde distintos puntos del país.

Vista anterior de la vivienda


Mediante el incansable trabajo de un grupo solidario de la mencionada comunidad, se entregará una casa a una familia, marcada por la injusticia social, de mucha vulnerabilidad y de extrema necesidad, de la comunidad de 7ma Línea Acepar, cuyo resultado ha sido posible a través, de los aportes de personas de buena voluntad, que fueron sumándose, y de cada grano de arena aportado para esta causa tan maravillosa, hoy se suman sonrisas y muchas esperanzas.
Agradecimiento Especial al Grupo solidario que logró construir una casa en tiempo record.
Infinitos agradecimientos a los grandes amigos voluntarios y aportantes para el logro del proyecto.
Voluntarios trabajadores en la construcción de la casa
Carlos Gamarra, Oscar Gamarra, Gustavo Benítez, Derlis Silva, Fredy Benítez, Milciades Giménez, Pablo Benítez, Martín Arce, Humberto Benítez, Elvio Gamarra, Fidel Gamarra, Darío Paniagua, David Gamarra, Arturo Barreto, Kintin González, Feliciano Cantero.

Aportantes:
Oscar Gamarra, Baby Olmedo, Reinaldo Rolon, Héctor Gamarra, Fidel Gamarra, Liri Méndez, David Gamarra, Ariel Portillo, Capilla las Merced, Alcides Rolon, Calixto Rolon, Gerardo Vera, Carlos Colman, Eduardo Paniagua, Gilberto González, Fredy Cantero, Delcia Maciel, Las Hermanas Benedictinas, Enrrique López, Inocencio González, Juana Nilda Mereles Comercial La Rosanita II.

Hoy somos felices no solo por la salud, y el pan que se compartirán en noche buena, sino, más felices porque hemos podido extender la mano para que una familia de mucha vulnerabilidad pueda tener una casa propia.

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