Sepa que dice la biblia sobre los médicos, la medicina, los medicamentos y los enfermos

09/07/22 – Redacción Central

La biblia hace mención especial hacia los profesionales de la medicina aconsejando inclusive guardarles estima por los conocimientos adquiridos, sin embargo, no puede ser tomado como motivo para enorgullecerse por la profesión que adquirieron, sino más bien, es para que se cumpla la voluntad de Dios, el absoluto dueño de la sabiduría, “porque así lo quiso el Señor” expresa las escrituras.

En “Sirácides (Eclesiástico), 38” habla claramente que Dios es el Rey quien concede el don se sanar, “El Señor creó las plantas medicinales que brotan de la tierra y que el médico los usa para curar y para quitar el dolor, el farmacéutico hace con ellos sus mezclas”.

La cita bíblica también aborda sobre las enfermedades exhortando rogar a Dios por la cura, “Luego haz que venga el médico, ya que el Señor lo creó; no lo desprecies porque lo necesitas ” refiere. De igual forma ofrece consejos sobre la muerte.

Lea el artículo completo

“Sirácides (Eclesiástico), 38”

“1.Tenle al médico toda la estima que se merece, debido a sus servicios porque así lo quiso el Señor.”

“2.La mejoría viene del Altísimo, y es el Rey quien concede el don de sanar. 3.Los conocimientos del médico le permiten andar con la cabeza levantada , hasta los grandes lo admiran. 4.El Señor creó las plantas medicinales que brotan de la tierra: un hombre inteligente no las menosprecia. 5.Acuérdate de aquella madera que endulzó las aguas amargas, y con eso el Señor dio a conocer su poder.”

“6.El da a los hombres el saber para que lo glorifiquen por los maravillosos remedios que creó. 7.El médico los usa para curar y para quitar el dolor, el farmacéutico hace con ellos sus mezclas. 8.De ese modo las obras del Señor no se han terminado, y continúa difundiéndose el bienestar por la tierra.

9.Hijo mío, cuando estés enfermo no te deprimas: ruégale al Señor para que te cure. 10.Renuncia a tus malas acciones, guarda las manos limpias y purifica tu corazón de cualquier pecado. 11.Ofrécele a Dios el incienso y la harina flor para que te tenga en su memoria, preséntale una ofrenda escogida entre tus bienes. 12.Luego haz que venga el médico, ya que el Señor lo creó; no lo desprecies porque lo necesitas.

13.En algunos casos el restablecimiento pasa por las manos de ellos; 14.rogarán al Señor para que les ayude a encontrar los medios para aliviarte y salvarte la vida. 15.El que peca en presencia de su Creador, ¡que caiga en las manos del médico!

16.Hijo mío, derrama lágrimas por un muerto y entona la lamentación que expresará tu dolor. Luego entierra su cuerpo como se debe, no descuides nada referente a su sepultura. 17.Gime amargamente, golpéate el pecho, haz el velorio como conviene por uno o dos días para marcar la separación, luego consuélate de tu tristeza. 18.Porque la tristeza lleva a la muerte, y la pena interior consume las energías. 19.Que la tristeza se acabe con los funerales: no puedes vivir siempre afligido.

20.¡No abandones tu corazón a la tristeza, échala y piensa en tu propio fin! 21.No lo olvides: es sin vuelta. Tu te perjudicarías y no le harías ningún bien. 22.Acuérdate de mi sentencia que un día podrás repetir: ¡ayer fue yo, hoy serás tú! 23.Desde el momento que el muerto reposa, haz que también repose su recuerdo; consuélate desde el momento que haya expirado.”

[views]