Es uno de las más fuertes candidatos de entre los cardenales africanos a suceder al Papa Francisco.
27/04/25 – Internacionales

Todos apuntan al Cardenal Fridolin Ambongo Besungu de 65 años de edad, oriundo de la República Democrática del Congo.
Actualmente es arzobispo de Kinshasa, nacido en Boto, situado al norte del país africano y forma parte del consejo cardenalicio como el único negro de entre todos los candidatos.
Fue ordenado sacerdote el 14 de agosto de 1988, tras obtener la licenciatura en Teología Moral en Roma en la Academia Alfonsiana, tal y como cuenta Il Corriere. Párroco, profesor de teología y con funciones organizativas en su orden, fue testigo de los problemas que asolaban África, elevando la voz especialmente tras el fin del reinado de Mobutu Sese Seko, que duró de 1971 a 1997. Ha estado perseguido, amenazado de muerte, y fue Juan Pablo II quien lo nombró obispo de Bokungu-Ikela en 2004, y Benedicto XVI, en 2008, quien le asignó el papel de administrador apostólico de Kole.
Las críticas políticas arreciaron tras ser nombrado por la Conferencia Episcopal Nacional del Congo como presidente de la comisión “Justicia y Paz”, criticando el poder político y haciendo ver que cada vez que se encontraba una mina de materiales para los ricos en el continente, estallaba otra guerra.
Ambongo ha denunciado repetidamente la corrupción, la mala gestión y la violencia en la RDC, especialmente durante los gobiernos de Joseph Kabila y Félix Tshisekedi. En 2018, calificó las elecciones generales de “farsa” y exigió transparencia, lo que generó tensiones con las autoridades. También ha criticado la explotación de recursos naturales del Congo por multinacionales y gobiernos extranjeros, acusándolos de perpetuar el sufrimiento de su pueblo.
Es considerado uno de los cardenales más cercanos al papa Francisco y partidario de una Iglesia más abierta (aunque con muchos matices), lo que le ha valido críticas de sectores tradicionalistas. Aunque en 2023 firmó una declaración con otros cardenales africanos rechazando las bendiciones a las parejas del mismo sexo (Fiducia Supplicans), mostrando una postura más alineada con las iglesias africanas que con la Curia romana en este tema.
Y es que se ha declarado abiertamente contra la homosexualidad, afirmando que “no está en conformidad con la voluntad de Dios”, comentario que hizo en una entrevista de enero de 2024, donde dijo que “la homosexualidad no está legalizada en África. Eso fue lo que realmente me impactó. ¿Cómo se pueden bendecir cosas que están legalmente prohibidas?“. También habló de la “decadencia” de Occidente y culpó a la ONU por imponer su ideología LGBT a través de UNICEF y la OMS.