La sumatoria de errores y presuntos malos manejos de los millonarios recursos durante la pandemia, fueron llenando de rabia y coraje a la ciudadanía que empieza a expresar su descontento en manifestaciones como la encabezada por jóvenes en la tarde de este viernes en la capital del país, que tuvo una importante convocatoria.
El evidente sometimiento del poder judicial y el ministerio público en beneficio de políticos corruptos que siguen impunes a pesar de las claras evidencias, comandados por el “Patrón”, que a su vez marca la hoja de ruta del presidente Mario Abdo Benítez, también influyó en la reacción ciudadana.
Pero la gota que colmó el baso, fue la última expresión desatinada del mandatario a un humilde taxista que imploraba acceder a medicamentos para su hermano que estaba en terapia intensiva. “Yo no soy médico, moopiko che aikuaata” fue la respuesta de Abdo al trabajador del volante Don Joel Oviedo de Villarrica del Guairá.
Peor aún, que luego de que accediera a los medicamentos por medio de las autoridades sanitaras por expresa directiva del presidente de manera a enmendar su error, obligaron a Don Oviedo que agradeciera a través de un vídeo al mandatario.
Este este episodio originó la manifestación de repudio encabezada por jóvenes vestidos de negro en la tarde del viernes último en la plaza uruguaya, posteriormente frente a la junta de gobierno del Partido Colorado.
La cantidad de jóvenes que se hicieron presentes en la medida de fuerza, marca la pauta del alto nivel de hartazgo de la ciudadanía que puede dar origen a una serie de manifestaciones a nivel país. De hecho, Mario Abdo tendrá una prueba de fuego en su relación con Horacio Cartes en la tan comentada operación “Cicatriz” cuando llegue al parlamento el pedido de juicio político a la fiscal General Sandra Quiñónez, considerada servil a Cartes.
Marito deberá elegir, seguir con HC, o recostarse en la oposición para concluir su mandato, de lo contrario no podrá soportar la presión e indudablemente su futuro será incierto
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