La justicia paraguaya sigue dejando precedentes nefastos en las decisiones de sus magistrados, la condena del activista social y senador electo Rafael Esquivel alias «Mbururú», también se suma a la larga lista de antecedentes donde la propia jurisprudencia es violada por los juzgadores, a considerar la duda razonable que planteó el caso, ya que la supuesta víctima negó haber ocurrido el abuso sexual.
22/03/25 – Redacción Central

El juicio oral que se realizó guarda relación con una denuncia de supuesto abuso sexual de una menor de 12 años en el 2020 y que recién en el 2023 fue denunciado; pero durante el desarrollo del juicio oral y público, la ahora adolescente de 16 años negó que el hecho haya ocurrido, situación que causó mucho enojo en los miembros del tribunal de sentencias y en la representante del ministerio público Vivian Coronel.
La agente fiscal siguió la acusación contra Mbururú en base a los resultados de la cámara Gesell practicada a la adolescente en su momento con lo que logró que los magistrados condenaran a la pena máxima al político por abuso sexual en niños.
Analizando otros casos similares, se puede concluir que los jueces actuaron con una parcialidad muy evidente ya que el art. 5 de la ley N° 1286 Código Procesal Penal, claramente dispone que; «En caso de duda los jueces decidirán siempre lo que sea más favorable para el imputado».
Si ponemos en contexto la absolución del expolicía Benicio Silva alias Silva Hû, acusado en su momento por el supuesto transporte de 20 mil kilos de doga incautadas sobre la ruta PY3 Katueté Canindeyú en el año 2016, encontramos que la condena de Mbururú es totalmente arbitraria e irregular.
Y es que Silva Hû fue beneficiado con el cambio de versión de los policías intervinientes, el comisario Miguel Ángel Moreno Ledezma y el suboficial Luis Alberto Peña Da Silva, quienes en su momento dijeron que Silva Hû estaba escoltando la carga, e inclusive intentó presumiblemente sobornarles para el paso del cargamento.
Sin embargo, durante el juicio oral y público cambiaron sus versiones, situación que favoreció al procesado aplicándose la duda razonable establecido en la ley siendo absuelto de culpa y pena el acusado.
El caso de Mbururú es calcado, ya que la supuesta víctima durante el juicio oral y público dijo que nunca fue abusada por el político, pero igual el Tribunal de sentencias lo condeno a 15 años de encierro en forma arbitraria sin considerar la versión de la adolescente de 16 años.